lunes, 14 de octubre de 2013

Capitulo 10 - "Más no significa mejor"


Muchas gracias al comentario de Vera, enserio :3 Ya tengo "escusa" para seguir el fic, gracias! Espero que disfruten de los capítulo de hoy en delante <3


Tal como había previsto Logan, un cielo despejado de nubes y tintado de un azul marino que sombreaba las calles se respiraba en el anochecer. Caminé junto a Logan hacía nuestro lugar, nuestro pequeño paseo cotidiano.
                Me apoyé sobre la valla que separaba el agua y miré a mis lados. No diferencié a Dougie, no vislumbré la gabardina ni su mera presencia. A tiempo de que sacaba mi pitillera con el tabaco, Logan se sentaba enfrente mía, sentado en el banco mientras me observaba con la mirada perdida en mis movimientos.
                -¿Qué miras? –Pregunté con firmeza.
                -Te noto un poco distinta.
                -¿Distinta yo? –Carcajeé, dándole forma a mi cigarro. De vez en cuando alzaba los ojos para encontrármelo allí, mirándome firmemente con aquella mirada azul que tanto conocía y que tan segura me hacía sentir.
                -Sí. Estás más… despejada. Ya no parece que se te vaya a estallar la cabeza con tanta presión.
                Reí sin evitarlo, consiguiendo que su pequeña risa se convirtiese en su susurro de acompañamiento. Sabía que aquello no lo debía por mal, sino al contrario. Sus ojos se achinaban, observándome feliz.
                «La droga, querido Logan» pensé mezquinamente, negando suavemente con la cabeza y sin dejar de sonreír.
                -Estoy igual –Dije sin importancia.
                -Sea lo que sea, espero que siga así –Sonrió, pero una arruga se formó en su frente -. ¿Te vienes al estudio?
                -¿A qué? Acabamos de venir, Logan.
                -Me encuentro un poco mal, y este aire frío no me está resultando de ayuda.
                -¿Y por qué no te vas a casa?
                -Si vienes conmigo, iremos al estudio. Es como una casa; no es la primera vez que vienes conmigo. Y si no, pues tendré que irme a casa.
                Suspiré con paciencia mientras desviaba los ojos de él. Fijé mis ojos alrededor, de nuevo sin ver nada sospechoso y oculto, hasta que en una bocanada de aire, noté como el viento me golpeaba a tiempo de que mis ojos reconocían una figura apartada.
                Allí, no muy lejos de dónde estábamos, una figura de un metro setenta y algo se apoyaba de la misma forma que yo. Estaba sola, en silencio, pero a primera vista, nadie se habría fijado en él. Y yo estaba acostumbrada a diferenciarlo por su aspecto.
                Era Dougie. Pero vestía un tanto diferente. Había dejado aquel día la gabardina, gorro y bufanda de lado, y vestía un amplio suéter con pitillos. Su cabello, junto a su corto flequillo desgarbado jugueteaba en su frente y una sonrisa se escondía en la comisura de sus pequeños labios.
                Parecía aquella noche alguien totalmente normal. Sin vicios, sin vida oculta, sin problemas. Solo uno más, solo un desconocido para mí.
                -¿Qué me dices? –Me recordó de pronto la voz de Logan.
                Zarandeé la cabeza, volviendo hasta allí. Logan mantenía en ceño fruncido, haciendo ver sus muecas de dolor y malestar. Me apreté los labios y replanteé la idea. De por sí, no me apetecía ir a su estudio aquella noche; tampoco volverme a casa. Me pensé la respuesta por segunda vez, y volviendo a entrelazar el contacto visual, le dije a su pesar:
                -Me quedo. Será mejor que vayas a casa y te tomes algo. Mañana hablamos, ¿está bien?
                Una sonrisa mohína se dibujó suavemente en los labios de Logan y sus ojos bajaron hasta sus pies. No quería aquella respuesta, pero yo tampoco aceptaba la que él esperaba. Asintió suavemente, y se levantó con lentitud del banco, resguardándose sus manos en los bolsillos de la chaqueta.
                -Pues nos vemos mañana, entonces –Dijo sonriendo, y se acercó unos pasos a mí. Asentí, sin dejar de mirarle, y soltando una carcajada, añadió: -Sea lo que sea que te esté pasando, déjame disfruta de este buen humor antes de que desaparezca.
                -No creo que llegues a tiempo.
                -Más me vale que sí, ¿no? –Sonrió con una amplia sonrisa, y sus brazos me atraparon en un torbellino de sosegador, cómodo y perfumado.
                Me gustaba aquella sensación, tenía que admitir, pero jamás se lo hubiese dicho a él. Admiraba sus abrazos repentinos, cargados de cariño. Abrazos que se sienten de verdad, que lograban traquilizarme cuando ni yo misma podía hacerlo. Pero en aquel momento, aquel gestó resultó más confortante de lo habitual. Era la última pieza tranquilizadora para aquel día, lo único capaz de hacerme relajar, de la forma más sana posible.
                Sí, Logan era todo lo contrario a aquel nuevo desconocido.
                -Piérdete –Le dije cuando se daba la vuelta, dispuesto a cruzar la calle. Giró su cara, sonriéndome por mi despedida y me lanzó un beso en el aire.
                No le respondí. Mantuve mi mirada junto a la suya, sonriendo, hasta que finalmente volvió a girar la cabeza. Me encendí el cigarro, concentrándome en ello y esperé a que algo ocurriese.
                Tal como esperaba.
                -Te dejo saludarme como una persona normal cuando parezco una persona normal –Dijo Dougie a mi lado, con una pizca de gracia.
                -¿No eres un desconocido? No se les habla a los desconocidos –Sonreí, y le pasé el cigarro para que fumara. No me lo rechazó.
                -Esta noche puedes considerarme amigo tuyo.
                Sonreí de lado. No había dudado en que, cuando Logan se marchase, él iba a acercarse. Siempre lo hacía; no sabía por qué, pero lo hacía. Y con eso me bastaba.
                -¿De veras? –Carcajeé -. ¿Y dónde has dejado hoy el disfraz de detective?
                Dougie me hizo una mueca con sarcasmo, lo que me hizo reírme. Me volvió a devolver mi cigarro, mientras tiraba el humo poco a poco, y sin despegar los ojos de mí. Aquella noche, estaba admirando cada detalle, cada parte de su persona como antes no había tenido posibilidad de hacerlo.      
                Resultaba desconcertante verle allí, tan abierto, tan liberal y tan normal. Casi dudaba de él, de el chico de los otros días.
                -Demuestras ser todo lo contrario a lo que he conocido yo –Dije. No era una pregunta, ni duda. Era una afirmación, la verdad. Su ceño se frunció, haciendo desaparecer toda parte de broma de la conversación.
                -Al menos conoces mis dos yo –Musitó secamente, apartando los ojos de mí y comenzando a pasear en pequeños tramos.
                -¿Por qué?
                Levantó su mirada, firme, severa. No iba de broma, no había rastro de su característico buen humor, de aquella mirada que se enchinaba al reírse. Ya sabía que aquello no era algo que le gustase hablar, pero había creído que aquella noche podía preguntarlo.
                Pero sin duda había sido estúpido. No era quién para él para saber aquello.
                -Lo siento –Me disculpé con voz grave. No estaba acostumbrada, pero debía pedirlo. Dougie se había apartado suavemente, dándome parte de su espalda y su completo silencio -. No que entrometerme. Fallo mío.
                Sus ojos se levantaron y me miraron son serenidad un par de segundos. Luego, una sonrisa volvió a aparecer de sus labios y su buen humor volvió a él. Era tan fácil el no tener problemas con él, que ni siquiera noté yo la dureza que se había formado.
                -Pero sigues siendo la desconocida que más sabe de ambos lados.
                -Pero la desconocida –Resalté con una sonrisa picarona.
                -Si ves, para mis amigos no hay parte oculta, no hay parte adicta ni nada –Me guiñó un ojo mientras me robaba el cigarro aquella vez.
                -Entonces, ¿eso  es bueno, no?
                -Depende del lado por dónde lo mires –Susurró con una sonrisa torva, y su mirada se acercó varios centímetros a la mía. El contacto de aquellos ojos verdosos me erizó la piel, y noté como conseguía alterarme.

                Mierda, conseguía alterarme.

jueves, 10 de octubre de 2013

¿Lectores?

Hola, muy buenas a todos :3 He esperado ver comentarios, señales de vida en este muerto fic pero no he visto nada, y me ha hecho plantearme el por qué seguir escribiendo si nadie me lee... no me malinterpretéis. Quiero terminar este fic, que lo lean McFlyers y les guste, y darle forma a la historia, pero me hace mucho hacerlo al ver que nadie lee el fic.

Así que por favor, está en vuestras manos que se salve el fic o no... ¡por mi si!, pero necesito algo que ver. Así que por favoor, pido un comentario de cada lector que lea y espera que siga el fic, o si no, el más mínimo tweet a mi twitter para saber quién lee
@evamcgirls

No suelo seguir de vuelta si no me dicen nada, así que de paso podéis avisarme y pedirme que os siga si queréis. Gracias a los que leen, y espero ver tweets o comentarios.
¡Feliz Octubre!